Un lugar para desconectar
El regalo final de la visita al conjunto de la Alhambra es el Palacio y Jardines del Generalife. Hemos ido de sorpresa en sorpresa, adentrándonos y aprendiendo de una cultura y pensamientos únicos. Aprendiendo de un legado que ha pasado a formar parte del Patrimonio Mundial.
En el Generalife, uno descansa, se relaja, disfruta por un lado del ruido del agua, por otro de los increíbles aromas de las plantas, de las frutas, del huerto que rodea a toda esta finca; y por otro, de unas impresinantes vistas hacia la ciudad y hacia el conjunto de los Palacios Nazaríes.