Mientras caminaba por Ocean Drive un...
Mientras caminaba por Ocean Drive un sábado por la tarde pasé por uno de los locales más populares de South Beach. Este bar restaurante abierto a finales de la década de los 80 se caracteriza por tener un ambiente único, donde las risas y los aplausos se convierten en el soundtrack del show. Su emblemático eslogan "cada reina necesita un palacio" expone la filosofía del lugar donde exuberantes drag queens, bailarinas profesionales, desfilan al rededor de las mesas que se encuentran en la acera de la calle, invitando al público a que participen del espectáculo de cabaret.
Ese día el drag Queen que realizaba el performance lucía unas pestañas muy llamativas y un peinado en el que destacaban unos mechones platinados. Me recordó a Úrsula, la villana de la película de Disney "La Sirenita".