Que maravilla de ciudad..!
La pequeña ciudad de Pafos (algo más de 65.000 habitantes) y toda la región (también con el mismo nombre, región de Pafos), es un ejemplo de modelo turístico a seguir. La ciudad depende en un 75% del turismo internacional pero eso no ha sido excusa para destrozar sus costas a base de residenciales y urbanizaciones, como sí ha ocurrido en otros países. Aquí han sabido fusionar el turismo de sol y playa con el turismo cultural de una manera ejemplar. El resultado es evidente; un respeto extraordinario por su identidad y una defensa numantina de su patrimonio histórico-cultural. Playas sin masificar, patrimonio natural y cultural a salvo, ingentes cantidades de puestos de trabajo (la no construcción de urbanizaciones ha provocado la instalación de un mayor número de hoteles), amén de una oferta complementaria variada y abundante.