Paseando por las orillas de un sueño
No tengo palabras que den una idea exacta de lo que pasear por las orillas del Duero supuso para mí...
Cualquiera dotado de cierta sensibilidad encontraría en la vera del río un refugio de paz y de belleza, un lugar donde dejar volar la imaginación y los recuerdos que ni siquiera son propios, transportándonos a una época a la que ya no volveremos... Un sitio para enamorarse, a fin de cuentas.
Cualquier otro sitio de Soria me parece prescindible si lo comparamos con un paseo por el Duero. Y si ese paseo se produce al atardecer, la cosa se convierte en insuperable.
De los lugares