Las Aventuras de Ruvik
Un centro ceremonial
Este anfiteatro natural a orillas de los dos ríos que confluyen en Winnipeg, fue el lugar elegido para crear un monumento homenaje a los indígenas que habitaron esta zona desde hace más de 6000 años.
Entre sus esculturas se encuentra un reloj solar y diversos elementos que se utilizaban para observar las estrellas y entender los vientos.
El gran centro recrea un pira ceremonial, donde se celebraban las fiestas, como era costumbre de los aborígenes. Un lugar para el encuentro y el respeto entre culturas.
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