Ochagavía

Ochagavía posee algo que no se olvida: Es contundente, fuerte, como si fuera una montaña de las que la rodean. Su rotunda arquitectura en piedra gris, sus antiguos puentes sobre el río Anduña, sus empinadas techumbres a dos aguas, las fachadas de sillería, los típicos portalones navarros, y la iglesia de San Juan Evangelista, hablan del renombre que a lo largo de los siglos tuvo esta villa salacena. Ubicada en el norte de valle del Salazar, donde el Zatoya se une con el Anduña, la villa se extiende a ambos lados del río y es ideal punto de partida para rutas de senderismo y BTT. El mejor plan:

Es un pueblo de esos que enamoran, de esos a los que sabes que algún día volverás. NO sé, quizás el carácter acogedor de las gente, el ambiente en los bares del pueblo, la mezcla de mucha gente de fuera que viene a admirar el paisaje del entorno. No sé qué tiene, pero es un pueblo encantador.

Está situado en pleno Valle de Salazar, y cumple el estereotipo de típico pueblo del Pirineo Navarro. Las casas son preciosas, muchas puertas están decoradas con escudos tallados en la piedra, las callejas son muy estrechas para protegerse del frío invierno.

Está estratégicamente muy bien situado ya que constituye uno de las principales puntos de acceso a la Selva de Irati, y permite también pasar a Francia a través del majestuoso puerto de montaña de Larrau.

Ochagavía es parada obligada de camino a la Selva de Irati, al norte del Valle de Salazar, y no sólo porque aquí encontraréis una oficina de información y turismo, sino porque es un pueblo precioso y singular que te da la bienvenida con sus puentes de piedra que comunican un lado y otro del pueblo, cruzando el río Anduña.
Es, no cabe duda, un pueblo típico del Pirineo (navarro), con casas de piedra y grandes portalones, en los que las cerraduras y llamadores de hierro y bronce llaman la atención. La mayoría de las casas, no obstante, son del s. XIX porque los franceses se encargaron de destruir buena parte del pueblo allá por 1794, cuando cruzaron los Pirineos para conquistar la Península.

Uno de los pueblos mas bonitos del valle de salazar, portales antiguos, casas muy bien conservadas, calles de piedra, casas que quitan el sentio...

Ciertamente es un pueblecito muy acogedor, rodeado de una naturaleza privilegiada, a pesar del turismo que recibe paseabas por sus calles y parecías estar en un lugar remoto del planeta. Sus calles y viviendas fantásticamente cuidadas.

Precioso pueblo situado en el valle de Salazar, a los pies del pirineo navarro, junto a la selva de Irati. Tanto en invierno como en verano, multitud de actividades a realizar, con preciosas excursiones por los alrededores.

Situada a las puertas de la Selva de Irati, con sus tejados de pizarra, su río cruzando por la mitad del pueblo y a lo alto, protegiendo el valle y sobre todo al pueblo de Otsagabia, está la peculiar ermita de Muskilda. Muy recomendable subir hasta ella por sus vistas al Pirineo.

Precioso rincón del Pirineo navarro, un ambiente real de fiesta de pueblo y una tranquila naturaleza alrededor.

Es un lugar impresionante para contemplar la naturaleza y pasar un hermoso día

La calma que se respira en estos paisajes y en sus pueblos cercanos como Ochagavia.

Pueblos empedrados, ríos bulliciosos, gente amable. Naturaleza en todo su esplendor.

Pueblecito encantador, detenido en el tiempo, un paseo por el escuchando el ruido del agua y el silencio. Maravilloso.