Aunque como su propio nombre indica el local se abrió como una tranquila cafetería con bollería artesanal, se han reconvertido ligeramente y al mediodía ofrecen también menú del día. Tres primeros, tres segundos y cinco postres a elegir y un precio simila
Aunque como su propio nombre indica el local se abrió como una tranquila cafetería con bollería artesanal, se han reconvertido ligeramente y al mediodía ofrecen también menú del día. Tres primeros, tres segundos y cinco postres a elegir y un precio similar a otros restaurantes de la zona (12€ a mayo de 2013).
Los platos están bastante bien, tanto de calidad como de cantidad. El postre merece la pena porque la mayoría de lo que tienen es artesanal.
Curiosamente lo que menos me ha gustado es el café.