Imprescindible verla
El busto de Nefertiti ha quedado instalado -y al parecer definitivamente- en el Neues Museum. Para ello le han dispuesto una sala en exclusiva; al modo de los camarines de las iglesias, podemos rodear la vitrina de Nefertiti sin que ninguna otra obra perturbe nuestra contemplación.
Sin embargo, puede resultar muy molesto hacer esta visita entre la multitud de turistas que a lo largo de la jornada suelen agolparse como si de una Gioconda egipcia se tratase. Por ello lo mejor que se puede hacer es planificar la visita: adelantarse lo máximo posible sacando la entrada con antelación para las 10:00 h, hora de apertura del museo, en una taquilla callejera muy cercana. Llegar pronto, para ser de los primeros en entrar -al parecer siempre hay gente- y subir sin pensarlo una planta, atravesar varias salas de escultura egipcia y ver a la reina a solas.