Para ir de compras
Hay una pintoresca calle peatonal que lleva hasta el templo más conocido de Tokio, el Senso-ji. Toda ella está llena de puestos en los que se ofrecen desde frutos secos a abanicos, pasando por alguna cómida sencilla y sabrosa que tomar como tentempié o incluso bonitas muñecas japonesas. La verdad es que se hace complicado salir sin comprar nada, sobre todo teniendo en cuenta que aquí los precios no son excesivamente altos.
La calle además es muy bonita porque se adorna dependiendo de la época del año. Yo fui en octubre y todo estaba lleno de hojas doradas y rojizas.