Parte triste de la historia
Cesky Krumlov es una simpática ciudad al suroeste de la República Checa. La gran atracción del lugar es su hermoso centro histórico, con sus estrechas callejuelas y sus tejados en color naranja, que conserva su aspecto medieval el cual atrae a tantos visitantes.
Debido a esta atmósfera agradable, en un primer momento evité entrar en el museo de la tortura, que está justo en la plaza central. Sin embargo, agotadas todas las posibilidades y también llevado por la curiosidad histórica, me decidí a comprobar qué ofrecía, sin tener mucha idea de lo que pudiera encontrar.
Y tengo que decir que me sorprendió positivamente, de una manera morbosa. El sitio está construido con el fin de reproducir la opresión claustrofóbica de una mazmorra medieval, con gritos de dolor (las grabaciones son falsas) de fondo.