La más grande existente.
El museo taurino se visita conjuntamente con la plaza de Toro de ronda, la más grande que existe (y dicen que por lo tanto es de las más peligrosas, ya que desde el centro es más difícil llegar protegerse si sucede algún imprevisto). El museo taurino merece mucho la pena, sobre todo por poder admirar el trabajo en ropajes y vestimentas.