Una visita diferente, única y enriquecedora, que recomiendo encarecidamente
Hemos recorrido muchos castillos por España, pero éste nos dejó sorprendidos por lo interesante, diferente, peculiar y coqueto. No es de los que se han reconstruido de manera exagerada; el insigne pintor Zuloaga ha sabido sacarlo de la ruina y el olvido, respetando su arquitectura interior y entorno; labor, que, sin duda, ha sabido mantener a través de los años la heredera, la nieta del pintor. Su vivienda, dentro del patio del castillo, es igual de original y artística que el resto del castillo. Aunque no se puede acceder allí, tenía la puerta abierta, a través del cual vimos muchos libros y flores silvestres, que esta señora ha convertido en centros florales por todo el recinto.