¿Quiere ver la casa del gobernador de Tucumán de finales del siglo XVIII?
Si se ha decidido a entrar, está de enhorabuena. Primero, porque hace un calor fuera de mucho cuidado. Segundo, porque se trata de uno de los exponentes arquitectónicos, tanto exteriores como interiores, del arte tucumano. Su fachada, claramente de estilo italiano, se fusiona con la cultura hispánica que, acompañado de un mobiliario procedente de casi todos los rincones del mundo. En este sentido, destaca por albergar colecciones de porcelana fina y biombos chinos, así como toda clase de lujos europeos. También, cabe la pena resaltar una maqueta de la ciudad realizada a escala, que al menos a mí me sirvió tanto para apreciar la ciudada en su conjunto, como para orientarme y hacerme a la idea de la ruta turística que pretendía seguir.