Muerde la pasta, abundancia
Un comedero de grandes dimensiones mucho más habituales en Estados Unidos que en Europa, un lugar donde olvidarse de medidas de las de sí mismo y de las que recomiendan los médicos comer. Las porciones pueden ser del tamaño que cada quien quiera lo que, como suele pasar, en este tipo de restaurantes, a veces rayan en lo vulgar. La cantidad de comida que queda en los platos es directamente proporcional a la pena que sentimos algunos pocos por la falta de conciencia, de educación, de sensatez. Algunos platos lucen y saben bien. Otros son parte de una ecuación destinada a alimentar gente que se deja llevar por lo abultado de un plato.