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A diferencia de Calatayud, donde los...
A diferencia de Calatayud, donde los monumentos se esconden en el paisaje urbano, en los pueblos del precioso Valle del Jiloca las iglesias y torres sobresalen como si con su tamaño quisieran ser guías de un precioso itinerario.
Morata de Jiloca se emplaza sobre el río, y su entorno, sembrado de frutales, es una delicia. La villa conserva la iglesia de San Martín, declarada Monumento Nacional. Construida en el siglo XIV y remodelada en el XVI, la iglesia-fortaleza tiene una fachada espectacular, genuino ejemplo de la ornamentación mudéjar aragonesa con cerámica y ladrillo resaltado.