Un espacio para el recuerdo
El monumento a las victimas de junio de 1956 fue inaugurado en junio de 1981. Conmemora la sublevación obrera de Poznan; el Jueves Negro. Una manifestación (tras la muerte de Stalin en 1953) pidiendo “pan y trabajo” que dejó 76 muertos y miles de heridos. Se trata de dos cruces de 20 metros de altura.
El 28 de junio de 1956 la ciudad polaca de Poznan salió la calle, cansado de ver se ninguneaban sus derechos. Las protestas fueron masivas y la represión de lo más violenta.
Poznan era uno de los lugares más industrializados del bloque comunista y los obreros sufrían las condiciones laborales más dignas de la edad media que del siglo XX. El mismo 28 de junio de 1956, en la fabrica de Industrias Metálicas Josef Stalin, más conocida como “Cegielski”, la mayoría de los empelados salieron a la calle a protestar. Fue la cerilla que prendió la mecha; trabajadores de otras fabricas, estudiantes y otros ciudadanos se les unieron. Llegaron hasta la plaza Adam Mickiewicz, donde se encontraban edificios gubernamentales y la sede de la policía comunista. Uno de los lemas de los protestantes era “Pan y trabajo” y de ninguna manera fue una protesta ideológica como se trato de hacer ver posteriormente, publicando que los alborotadores eran personas de ideología capitalista.