En la misma plaza en que se encuentra...
En la misma plaza en que se encuentra el Gran Teatro, pero delante de la fachada de la parroquia, se encuentra el monumento a una trágica historia. Ignacio Sánchez Mejías ha pasado a la eternidad no por sus ideas o por su vida sino por su forma de morir.
Nació en Sevilla en 1891 muriendo en un hospital de Madrid el 13 de agosto de 1834, dos días después de ser cogido mortalmente en la plaza de toros de Manzanares.
Su toreo se basaba en el riesgo, en jugar con la muerte. Pero, aún así, sobrevivió a su letal juego, retirándose de los toros para dedicarse al arte. A instancias suyas se reunieron los poetas que luego fueron llamados Generación del 27, de la que formó parte. Eso explica que su muerte fuese versificada por Miguel Hernández, o que García Lorca le dedicase su elegía “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”. En la placa del monolito se encuentran unos versos de Rafael Alberti, quien participó en el paseíllo como miembro de su cuadrilla, así como la fecha de la cogida.