Bretagne
Ciudad Prohibida
Como si de una pagoda colgada de una ladera se tratase, Moncountour destaca entre el irregular paisaje de Bretaña. Sus murallas, de los siglos XIII y XVI, hacen de la localidad una auténtica “Ciudad Prohibida” para todos los que lo visiten. Está llena de recovecos y callejuelas. Es una ciudadela casi intacta, que representa el gran poder que tuvieron los señores que la guardaban en el Medievo. Tanto fue así, que acuñaba moneda en el siglo XIV. Tuvo una relación con España muy grande, y es que exportaban tela de lino y cáñamo a nuestro país, y de ahí, a todo el Imperio de Ultramar. Sus fiestas medievales y de recreación revolucionaria francesa, son dignas de admirar.
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