Monasterio de Santa Clara

Como último integrante del tríptico napolitano de la Piazza del Gesú Nuovo, el complejo de Santa Clara, aparte del convento que rodea como una fortaleza todo el recinto, tiene su corazón en la iglesia del mismo nombre, alta e impresionante.
Al entrar, no tenemos otra sensación que la de sentirnos muy pequeños ante la altura de los muros del templo. Andando, nos damos cuenta de que la mayoría de las paredes están casi desnudas, aumentando esa grandeza en las paredes que le dan un aire de castillo, más que de casa de oración y que son fruto de los bombardeos de la II Guerra Mundial.
Numerosas capillas adornan el interior, pero quizá la más visitada sea la de los Borbones, lugar de enterramiento de la dinastía hasta Francisco II.