Monasterio de Samos

Uno de los motivos recurrentes para optar por la variante de Samos, en vez de la de San Xil, en el tramo gallego del Camino Francés.
Este monasterio benedictino que se utilizó en su tiempo como colegio de Teología y Filosofía tiene actualmente una hospedería en la que se quedan numerosos viajeros y peregrinos (piden únicamente un donativo, no tiene un precio establecido... Aunque es definitivamente austero).
El monasterio tiene un gran interés histórico y artístico por si mismo, y te lo dejan visitar por unos 3 euros. Desde mi punto de vista uno de sus principales atractivos son sus dos claustros: El grande (o “del Padre Feijoo” por la escultura de Asorey que lo preside) es al parecer uno de los mayores de España... Y uno más pequeño al que se conoce como el de las Nereidas. Se le llama así por la fuente central (de la que también hay una leyenda: Dicen que las esculturas de las Nereidas fueron encontradas “inapropiadas” para un monasterio y lo mandaron trasladar. Se desmontó piedra por piedra, pero fue imposible moverlo... Cuando renunciaron a trasladarla la fuente “recuperó” su peso original).

La mayoría de los peregrinos se desvían apenas 5 Kms del Camino de Santiago para admirar este Monasterio de San Julian de Samos, y no es de extrañar, de él destaco:
- Su Iglesia.
- Sus 2 claustros.
- Arquitectura exterior e interior.
Es uno de los monasterios emblemáticos de Galicia que merece la visita.

Pertenece a la orden de los Benedictinos y fue creado en el s. VI
Posee además el órgano más grande de Galicia con 3.850 tubos (más grande que el de la Catedral de Santiago!).

Destruido por varios incendios toda la estructura es una mezcla de los diferentes estilos que fueron aplicando los monjes en su construcción.
Destaca el patio de la naturaleza, que tiene una fuente en el centro del patio, sustentada por varias sirenas con los pechos descubiertos, símbolo de la fertilidad y lo natural.

Actualmente tiene la opción de hospedería, así que para aquellos que quieran encontrarse a si mismo, reflexionar o simplemente desconectar del mundo aquí tenéis una magnífica opción.

Hay que enterarse bien de los horarios de apertura ya que sólo se puede entrar a verlo durante una visita guiada de precio irrisorio, merece la pena tanto por las explicaciones del guía, que cuenta todas las historias acaecidas durante los siglos que lleva levantado el monasterio, como por lo que se ve.

La Abadía de Samos es suficiente reclamo para que los peregrinos tomen esta variante del Camino de Santiago que es 5 kilómetros más larga que la de San Xil.
Nosotros no nos hospedamos allí, pero la Abadía ofrece un servicio de hospedería a cualquiera que quiera visitarlo (mayoritariamente peregrinos), sin cobrar nada (excepto la voluntad). Eso sí, el huésped no debe “perturbar” la vida monacal.

Hace tiempo que quería visitar Samos y comer en La Taberna del Gallo de Oro. Toda una experiencia la comida (churrasco de buey, truchas, chuletas, etc) a un precio mósico y asequible.
Queda enfente del Monasterio de Samos.

Convento por excelencia en el camino francés de Santiago. Una parada obligatoria para el peregrino.

La Real Abadía de Samos en el Camino de Santiago

El Monasterio de San Xulián, que fue restaurado en el siglo VII, está situado en el bonito pueblo de Samos, en la región de Lugo. El monasterio actual es del siglo XVI y fue un importante sitio de peregrinación en el Camino de Santiago. Es muy interesante visitar el interior, que es precioso, y alberga oficinas, dos claustros y una iglesia (¡Los dos claustros del convento y el claustro de las Nereidas Feijoo son particularmente hermosos!). Disfruté al conocer y visitar este lugar.

Me resultó una visión espectacular tras 3 horas de estar haciendo el Camino de Santiago y al llegar a un altozano ver esa mole impresionante : Te deja anonadado. Entre el verde de los bosques destacaba de manera espectacular. Supongo que el nublado contribuyó a realzarlo.