Ignacio Gómez Framiñán
Molino de Bolao
Peculiar y bastante desconocido rincón de la costa cántabra. Lo mejor es dejar el coche en Toñanes y desde ahí seguir las indicaciones.
El paisaje permite disfrutar de los acantilados de La Molina, con unas increíbles vistas de aguas cristalinas en imponentes paredes de piedra.
Y si bajamos, junto a la desembocadura del Arroyo de la Presa se encuentra el viejo molino en ruinas, el cual aprovecha una pequeña cascada que nos permite disfrutar de un baño de agua helada sobre nuestra espalda.
+12