Pedro Jareño
Una de las imágenes que uno se lleva ...
Una de las imágenes que uno se lleva para siempre guardadas en la retina viajera tras su paso por Cesky Krumlov es, sin duda, la que se puede tomar desde lo alto del castillo hacia la ciudad. Con una buena cámara fotográfica en la mano uno nunca querría irse de allí.
Los tejados, los puentes, el río, el bosque al fondo, la gente, las terrazas… Todo parece al alcance de una mirada, de una captura de imagen. Sin duda es una de las cosas totalmente imprescindibles que hay que hacer cuando uno visita la ciudad. Es una vista hermosa. Hermosísima.
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