No apto para remilgados, recomendable para el resto.
Bienvenidos al sur.
Después de varias semanas viajando por el norte y centro de México, llegué a Oaxaca. Era mi toma de contacto con la zona maya y comencé explorando sus mercados.
Como no podía ser de otra manera, el color lo inunda todo, pero en este mercado además, las mujeres te "cantan" sus productos.
Las galerías están sucias y húmedas, como se espera de un lugar que no está pensado para el turismo. Éso, que puede ser para muchos un punto bastante negativo en un lugar en el que se vende comida, en realidad le da un toque de autenticidad, recuerda a cómo eran las cosas en el pasado.