macmuseo
Las cabileñas ofrecen sus productos recién recogidos del campo.
Los domingos vienen a Tánger las mujeres del campo a vender los productos que han recogido de sus huertas en las cábilas cercanas a la ciudad. Se sitúan en una acera cerca del Zoco Grande y ofrecen los deliciosos y maduros productos que, con el producto de su venta, les ayudará a subsistir a ellas y a sus familias.
Antes venían en burros desde sus lugares de origen. Ahora utilizan los servicios de motocarros. Así el sacrificio es más llevadero.
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