Mercado Alasitas

Al llegar a Alasitas uno se siente como Gulliver en el país de los enanos, ya que, aparte de que los bolivianos no son muy altos precisamente, el mercado es una sucesión interminables de puestos donde podemos comprar miniaturas de todo lo imaginable, con el objetivo de que, una vez comprado, un yatiri, o hechichero bañe baña los objetos en el humo de un sahumerio.

Al ahumar las ofrendas, el yatiri invoca al Ekeko, el dios de la abundancia, y a los apus, los espíritus que habitan en los Andes, con el objetivo de que consigamos aquello que hemos comprado en su versión minuatura. Se consiguen

La feria de la miniatura, "alasitas" significa "cómprame" y es un tributo al dios de la abundancia: el Eckecko, regordete idolillo que lleva a cuestas una infinidad de víveres y a quien se celebra desde el 24 de enero.

Las "alasitas" son parte de las costumbres de la ciudad, esta feria se da de enero a febrero de cada año vendiendo miniaturas de bienes esperando que el "ekeko" dios de la abundancia les cumpla el deseo.

La feria en la que la gente pide con fe se le cumplan sus deseos materiales comprando cosas en miniatura que esperan se hagan grandes. La creatividad de los bolivianos se ve reflejada en esta feria.

Sólo existe este mercado ambulante en febrero y ofertan bonitos recuerdos miniatura elaborado por artesanos.

Sus precios son buenos, también existe una zona de juegos y otra de comidas.