Las meninas ya no quieren vivir en...
Las meninas ya no quieren vivir en museos. Se dedican a pasearse por las calles de las ciudades más lucidas de España y Europa. Llegan a Cáceres sorprendidas por el buen tiempo y el transitar de sus gentes, que no paran de subir y bajar por el paseo de Cánovas. Las meninas saludan a ambos lados de la acera, rodeadas de árboles y escaparates llenos de ropa de temporada. Las meninas hacen siglos que no cambian de ropa. Dicen que las cacereñas son guapas, los cacereños más. Dicen que no para de pasar gente por el paseo, que los ancianos de la tercera edad se sientan en los bancos, que los niños juegan en los columpios, que ayer pasó por allí un turista y les guiñó un ojo.