Medina de Rabat

El centro histórico se llama medina en árabe, es la palabra para decir "ciudad". Antes la ciudad de Rabat cabía integralmente en las murallas, construidas en el siglo XII por la dinastía de los Almohades. Era un pequeño pueblo de pesqueros, y la ciudad grande era Safi, del otro lado del río Bou Regreg. Algunos dicen que el nombre de Rabat significaba "donde se atan los caballos", y que entonces dejaban ahí a sus caballos antes de volver a casa a Safi. Fue durante la colonización francesa que el gobernador decidió hacer de Rabat la capital del país. La medina es un lugar muy animado con muchas tiendas, mercados cubiertos, mezquitas, y unos hoteles.

La construcción de esta Medina data del siglo XII. Está localizada al norte de la ciudad entre la desembocadura del río Bou Regreg y el océano atlántico. Quizás no sea tan espectacular como la de Fez o la de Marrakech, es más pequeña pero por otro lado al no ser Rabat una ciudad tan turística, es mucho más fácil moverse por la Medina, no hay tanto agobio de gente ni te insisten tanto para que compres, además las calles son más anchas y rectas. Se puede comprar todo tipo de objetos, como por ejemplo artesanía en barro, especias aromáticas, objetos de cuero. En general yo creo que a mejor precio

La Medina de Rabat muestra algo diferente a las de medina de ciudades como Fez, Marrakech o Meknes, quizá la presencia del mar y el ejercer como capital le da un orden y una estructura diferente, pero lo cierto es que tiene un carácter mucho más ordenado y rectilíneo. Las puertas fortificadas, sus murallas y las espectaculares vistas del Océano son suficientes alicientes para que el viajero disfrute la estancia entre sus calles, todo ello muchas veces bajo el mágico colorido blanco y azul de sus paredes

La Kasbah des Oudaias y la medina de Rabat reflejan el alma de la antigua ciudad almohade. La calle Souika, con sus puestos de espléndidas alfombras, el trabajo delicado de los artesanos del latón, los suculentos dulces o las apetecibles brochetas. La calle de los Consuls —así denominada porque aquí residían los representantes de las naciones extranjeras— rebosa de construcciones elegantes donde los artesanos ejercen su arte bajo los ojos de los viandantes. La calle Tarik El Marsa, que bordea la muralla de los andalusíes, ofrece también un panorama completo de la experiencia y el trabajo que aquí se ejerce desde siglos.

No tan laberínticas como la medina de Fez, pero igualmente encantadoras. Si cruzamos la medina llegamos a la Kasbah de los Oudayas, al río Bouregreg y a la playa. ¡Todo precioso!

Paseando por la medina de Rabat me encontré con esta imagen y no podía dejarla pasar