Delicioso pollo a la brasa.
Se encuentra en la calle San Onofre, una de las principales que atraviesan el pueblo (la parte vieja).
El pollo está deliciosísimo, hecho a la brasa a fuego lento y aunque sorprenda, ¡sin ninguna salsa! Aún que realmente no le hace ninguna falta.
La hamburguesa de buey también está impresionante, sencilla: pan, lechuga, cebolla crujiente, carne (increíble, por cierto) y salsa Masters de la casa... muy, muy rica.
El servicio está bien, el restaurante lo lleva un chico argentino que estará pendiente de que todo esté a tu gusto en todo momento. Muy agradable.
El precio ronda los 10 euros por persona con bebida, depende un poco de que pidas, como siempre.