Cuando conocí,,este pueblo,,todavía se trabajaba en el mineral de lota,,y sus gentes recorrían sus calles y campamentos,,donde las mujeres se reunían en un lavadero publico a charlar y hacer un poco mas grata sus vidas,,ya que su pobreza se podía oler con aroma de sal del mar y carbón.
Son parte de la historia de como se vivía antiguamente y lavaderos por los que se peleaban para poder utilizarlos, en el centro de la ciudad esta la clásica plaza y sus ferias donde venden pescada ahumada, remadoras y el clásico y exquisito pan amasado lotino.
Una playa limpia, con arenas blancas, oleaje suave ideal para la familia, roqueríos y bosques además tiene un centro gastronómico con 10 locales de comida.
