Preciosa habitación
Este magnífico lugar me ha encantado, el gusto decorativo y el detalle están presentes en cada rincón. Es verdad que recalar en su fachada trasera puede llevarte a una primera impresión decepcionante, pero su interior es otra cosa.
Al llegar la encargada del sitio te facilita un plano plastificado y una llave para aparcar en un parking cercano, y luego es cuando te acompaña a la habitación que supongo esta de la buhardilla era la mejor de las cinco que hay, y también la más cara (por su amplitud y la bañera redonda).
La casa es antigua por lo que la escalera para subir es angosta, la recepción es la barra del bar, y los intentos por ser amable de la señora son constantes (aunque no lo consigue del todo).