Muy belga
El otro día quedé con un amigo y dijimos: ¡basta de tanta tapa! Abajo las cervezas y la fritanga. Vamos a pegarnos una buena merienda. Y así es como llegamos a esta reseña de Le Pain Quotidien.
Le Pain Quotidien es una cadena de panaderías belga, tan mona como todo lo que hacen los belgas y que ya lleva varios locales abiertos en Madrid. En Bélgica, donde viví durante un año, no tenía un duro así que nunca llegué a ir, pero recuerdo pasar por su escaparate y adorar las quitches que exponían. Aquí, al menos en este local de Fuencarral, lo único que exponen es el pan, que también está muy bueno. Es que un pan bien hecho lo parte, eso es así: nosotros tomamos uno de cinco cereales muy rico. A razón de euro por rebanada, más o menos, supongo que merece la pena porque en la mesa comunal del sitio (“donde nuestros clientes se unen para degustar nuestro pan y pasar un buen rato”, según indican en su web) hay aceite de oliva, nocilla y distintas mermeladas para untar. El café, también a precio belga: 2,5€. El dolor no te lo quita nadie, vale, pero era grande.