Del sitio supe por casualidad. Llegué a ...
Del sitio supe por casualidad. Llegué a Guayaquil sin saber casi nada de Ecuador, pero abierto (y atento) a aprovechar todas las oportunidades que tuviera para descubrirlo. Al día siguiente, conocí a Anita, ecuatoriana, y a Patrick, belga, quienes partían a Quilotoa. Me contaron de qué se trataba y acepté su invitación a embarcarme con ellos esa misma noche. Ellos llevaban una guía Lonely Planet de Ecuador donde sugerían el lugar, con todas las indicaciones para llegar, pero con tantas alternativas que costó decidirse entre ir directo a Quilotoa, o pasar una noche en Zumbahua o Latacunga, donde debíamos hacer escalas previas. Como llegamos temprano a ambos lugares, decidimos partir de inmediato a Quilotoa.