Vivir la naturaleza
Este lago, desde el que se ven los Andes por un lado y el pueblo de Tranquilo por otro, es un lugar perfecto para reencontrarse con la naturaleza y no querer volver a separarse de ella.
El aire, que despeja, la luz, que confirma, el horizonte, que atrae, las profundidades, que acunan, ¿el tiempo?, el cóndor pasa, ¿yo?, los colores, que fortalecen, el movimiento, que acompaña...
Del fondo salen unas construcciones naturales de mármol espectaculares. A una la llaman la catedral.
Se puede dar un paseo en lancha.
Es una oportunidad para relajarse, crecer, amar y