Marta Toribio
Idílico!
Quedé sorprendida de encontrar un rincón tan espectacular y tan solitario.
Estuvimos sólos las dos horas, apenas vimos algunas personas de paso haciendo senderismo. El lugar es espectacular y super relajante, ideal para disfrutar de unos momentos de desconexión.
Llegar es algo complicado, pues hay que entrar por una urbanización (privada) pero cuya puerta está abierta a visitantes. Llegados a un punto hay indicaciones y es más sencillo encontrar el lago.
Parece sacado de un cuento de hadas...