La Paz

Nuestra señora de la Paz es la capital administrativa de Bolivia. Está a 4100 metros de altura, en El Alto, su punto más alto. Por eso, hace un clima bastante frío todo el año, aunque de día hace como 20 grados. Las noches pueden llegar a ser muy frías, y cuando vayas escogiendo un hotel, siempre averigua que tiene o calefacción (los hoteles básicos puede ser que no) o bien muchas mantas que pasarte!

El aeropuerto es muy impresionante porque la pista está en medio de los Andes, y parece muy corta al aterrizar, especialmente para quien no le gusta mucho tomar aviones en sí. Al llegar, puede ser que sufras del mal de altura, es muy común si llegar del nivel del mar, directamente por avión. Hasta viajando en bus desde el resto del país, es posible que el cambio sea demasiado brusco para tu organismo.

Hermosa combinación de colores, gratamente sorprendida con el juego de épocas, el eterno circular de su aborigen respetando y rescatando tradiciones, su colonia presente en sus adoquines y altas calles estrechas, con la construcción de una Paz que busca imponerse a través de sus calles, para aparecer impetuosa con una arquitectura moderna e imponente, sin rendirse al tiempo.....

Como empezar es difícil, tantas experiencias vividas y tantas personas bonitas he conocido en este viaje, he recorrido cada rincón de esta La Capital Más alta del mundo, puedes comenzar tu recorrido en La Paz, visitando el Mercado de Brujas, luego visitar la Plaza San Francisco, tienes a pocos minutos de aquí el Valle de La Luna y Mallasa, también puedes hacer el recorrido más peligroso del mundo, El Deathroad, que comienza en La Cumbre, y finaliza en Coroico, otra ciudad muy bonita en las afueras de La Paz, puedes escalar el Cerro Illimani, el Chacaltaya puedes saltar de un paracaídas, o puedes descender de un edificio como en Misión Imposible, en el Hotel Presidente, conocido como Urban Rush, muchas cosas por hacer, y gente linda por conocer.

Leo en mi blog de viajes: “Ahora estoy en La Paz. Inmersa en La Paz, hipnotizada en La Paz, consumida en La Paz. Supongo que llegar en avión a esta ciudad debe ser impresionante. Leí que la pista de aterrizaje de su aeropuerto es mucho más larga que las comunes porque los aviones necesitan más tiempo para frenar en este aire tan liviano. A mí me bastó llegar en bus y desde El Alto (enorme periferia de La Paz donde a través del tiempo se fueron asentando los más humildes y desamparados) ver el profundo cañón donde está asentada para quedarme muda. Ya me lo habían dicho: Imagínate la energía extrema que destila una ciudad que está metida en un hondo agujero. Desde que llegué la estoy sintiendo.