Un templo de culto gastronómico
Así se me ocurre describir este fantástico restaurante en Valladolid.
Sólo pensar en él ya se me hace la boca agua. He estado más de media docena de veces, desde bodas, cenas con amigos y comidas familiares.
Es un cinco estrellas en la gran calidad del producto de su carta clml del excelente servicio de sus camareros.
Especial mención su bodega en la que me quedaría a vivir y con precios no muy abultados.
La última vez opté por el cabrito al horno que no tiene mucho que envidiar al plato estrella el lechazo.
Si vas a Valladolid no lo dudes, vale la pena.