comida casera, con vistas y en familia
Esto es todo lo que ofrece este restaurante, ¿te parece poco? Una fantástica terraza en una casa blanca típica del pueblo, en la que los propietarios de la misma cocinan como si fueras uno de sus huéspedes.
Suelen acoger parejas, grupos de 3 ó 4 personas máximo. No están acostumbrados a albergar mesas de 17 personas como fue nuestro caso. Aún así el resultado fue muy bueno. Disfrutamos de una comida fantástica a la luz del sol que en esos momentos reinaba en Frigiliana. Y todo ello con una fantástica panorámica del pueblo.
Me encantaron las migas, el ajo blanco, la morcilla, el chorizo sus riquísimos huevos...