Un toque
Albarracín es un lugar que invita a caminar, al sosiego, a disfrutar de una arquitectura sin igual. Vas caminando y a cada paso descubres un edificio al que admirar, al que pintar o fotografiar.
La casa Julianeta es, quizás, la imagen más conocida de Albarracín, es su alma mater ya que representa la arquitectura típica del pueblo y la filosofía de aprovechamiento de la superficie, en su construcción.
Desafiante ante las leyes de la gravedad, yo le encuentro un toque "picassiano" e irreal, como abstracta. Fijaros bien, parece un cuadro de Picasso..., no sé, a mi me lo parece ;)