Korcula

Salimos de la villa medieval de Korčula hacia el oeste para ir al cercano monasterio dominico que está a las afueras, salimos al puerto deportivo, y por el muelle nos dirigimos paseando hacia el monasterio. Es impresionante la limpieza de las aguas al lado del puerto, incluso hay una pequeña playa de arena, y por el muelle han dispuesto escaleras de acceso e incluso una tabla de trampolín para que salten los niños. Al alejarnos las vistas sobre Korčula son más bellas, con el azul radiante del mar, las murallas blancas, resplandecientes al sol de la tarde, los tejados rojos, y en lo más alto la torre de la catedral, el conjunto parece un barco con su mástil.

Nuestra familia siempre al viajar prepara una historia y un objetivo a cumplir, desde dormir en una duna en Marsuga (Marruecos), o bailar en el mirador de la ciudad de Tallín (Estonia), o bucear en una gran ola en Hawai etc. El viaje se va creando desde casa, con diferentes historias medio reales, medio ficción que les vamos contando; a nuestras hijas; de esta manea intentamos que se vayan adentrando en los diferentes lugares a los cuales van a visitar. Creemos que el viajar es una forma de vida, a la vez de educación y hemos apostado por este tipo de aprendizaje significativo; por lo que nunca seremos ricos; pero recorreremos mucho mundo juntos.