Donde descansa la sangre azul
Siempre me han gustado los panteones reales. El Escorial, San Pedro y San Pablo, Alcobaça...La sensación de estar cerca de aquellos que eran casi inaccesibles, pasar a su lado, pararme frente a ellos saltar de una época a otra, de un monarca a otro sin moverme casi del sitio...Me gusta y no puedo evitarlo. A mucha gente le parecerá extraño, pero habrá otra que me comprenda.
La Kaisergruft de Viena, custodiada por los padres capuchinos de la iglesia convento que se encuentra inmediatamente encima de este sótano, no fue una excepción.
El recorrido que se realiza dentro de la cripta no es precisamente corto, y toma su tiempo; primero porque toda la dinastía Habsburgo que gobernó Austria y Hungría ( en ocasiones) está enterrada aquí sumando un total de 150 sarcógafos y tumbas, entre ellas las de 12 emperadores y 19 emperatrices.