Es otro de los preciosos pueblos de la...
Es otro de los preciosos pueblos de la sierra turolense que se despuebla a pasos agigantados y pese a su abandono, guarda un encanto especial que todos los pueblos de esta zona poseen.La mayoría de las casas son de piedra y vigas de madera, pintadas de cal, con teja y con forja de hierro. Discurren por calles angostas, porque el valle entre la Pedriza y las Peñarroyas es estrecho y las casas se adaptan a la geografía. Hay dos ermitas, la de Santa Agueda y la de San José, la primera fuera del pueblo y la otra en el otro extremo, casi al final del pueblo hacia el cementerio, dirección al Hocinillo.