Un rincón de China en Madeira
Cuando me subí al teleférico para acceder a este lugar no me imaginé que me llevaría a uno de los jardines botánicos más bonitos que he visto en mi vida.
Hay plantas provenientes de todas partes del mundo pues el clima es óptimo para experimentar con nuevas especies vegetales: azaleas, brezos, diferentes tipos de árboles y cicas o encephalartos (helechos gigantes para que me entendáis) que son considerados como fósiles vivientes. De hecho, de 72 especies que se conocen, podemos ver 60 en este jardín. Luego, cómo no, hay un espacio dedicado a las preciosas flores de Madeira, que parece que en esta isla las regalan.