Kris por el mundo
Cuidado y perfecto
La verdad es que uno paga entrada para visitar el templo de Hase dera, pero dentro está todo tan cuidado que sin duda compensa el desembolso de unos yenes. Entre los lugares a visitar hay un cuidado jardín junto a la sala principal, en el que no falta nada: ni bonitas lámparas de piedra, ni un riachuelo, ni plantas primorosamente cuidadas. Un placer para la vista.