En mi primera visita a la ciudad, allá ...
En mi primera visita a la ciudad, allá a finales de los 80, este fue uno de los edifcios que más me impactó. En aquel entonces, este gran inmueble gubernamental representó un fuerte empuje renovador en pleno centro administrativo de la ciudad (está justo enfrente del City Hall). Su avanzado diseño generó un debate entre partidarios y detractores que, por suerte, en la actualidad se ya ha acallado.
Externamente es un gran edificio de forma semi-circular, todo de cristal y metal, con unos colores un poco chocantes: Azul celeste y rojo desvahído. Moderno, sí es; bonito, no. Por dentro sigue la misma estética de mecano, con una gran diferencia: Hay un atrio inmenso. Repito, inmenso. Cuando lo vi por primera vez, me quedé anonadado, ya que nada deja adivinar desde el exterior sus dimensiones. Son 17 pisos de altura cubiertos por un techo translúcido. Espero que las fotos transmitan la sensación de inmensidad que le embarga a uno al ver un espacio tan grande y, sobre todo, tan alto, bajo techo.