Una isla con más de un tesoro
La ciudad que ahora se conoce con el nombre de Inwa (anteriormente su nombre era Ava) ostentó el título de capital del reino durante muchos años.
Hoy en día, es una especie de isla, tranquila y ajena a todo, con impresionantes stupas que parecen diseñadas para convivir con la naturaleza salvaje que las rodea.
Para llegar a ella hay que tomar una barca que suele salir cuando el turista llega. Al desembarcar en la otra orilla las opciones para visitar la zona son escasas: alquilar un carro tirado por mulas o ir de paquete en una de las motocicletas que conducen los jóvenes de la zona. A pesar del calor, de los mil baches y del triste aspecto que presentan las mulas es recomendable coger uno de estos coches y ver Inwa con tranquilidad, al paso perezoso de estos animales.
