Una joya de Estocolmo
Y eso que es alemana, como un oasis germano en la ciudad vieja de Estocolmo. Pero su belleza le ha hecho un hueco muy importante en la arquitectura de la ciudad. Si ya por fuera impone, aunque no se pueda distinguir de lejos ( solo la torre, que cuenta con una altura de 86 metros y se ve desde cualquier punto de la ciudad, una de las imágenes más conocidas de Estocolmo) por la proximidad de otros edificios, dentro nos enseña todo un muestrario de joyas.
La Iglesia Alemana, que venera a Santa Gertrudis, se construyó gracias a unos mercaderes alemanes en el siglo XVIII, y tenía como objetivo ampliar la capilla donde se encontraba la santa.