Bonita iglesia en el corazón de Viena.
La Iglesia Escocesa de Viena (o “Schottenkirche” en idioma alemán) se encuentra en pleno centro histórico de la capital austríaca, dentro de la zona conocida como “Inner Stadt”.
Fue fundada en el Siglo XII por monjes benedictinos provenientes de Irlanda. Hoy en día, el sitio es uno de los principales recintos católicos en el centro de la capital austríaca y el área sigue siendo habitada por monjes benedictinos irlandeses.
Además de la significancia que el edificio mismo tiene entre las antiguas construcciones de Viena, la iglesia es famosa por su extraordinario interior. Las pinturas de las paredes y el techo fueron realizadas por Marco Spazzio y Carlo Carlone. Este último dedicó buena parte de su vida a la decoración de iglesias tanto en Viena como en Praga y en el sur de Alemania.