La Iglesia del Conde Santo
En la Iglesia del que fuera el monasterio benedictino del siglo XVIII se puede destacar, tal como nos narra su cura párroco, su fachada barroca un ensayo de Fray Benito Escobar y el Arquitecto Casás y Novoa para el Obradorio de la Catedral de Santiago de Compostela; la Sacristía que tiene un relicario del siglo XVII y la Capilla de Valdeflores en la que se destaca el reluciente sepulcro del Conde Santo quién en el siglo V había peregrinado a Jerusalén de donde mandó traer ese sarcófago paleocristiano de mármol, para ser puesto allí cuando muriese.
La planta de la iglesia es de cruz latina con tres naves y tienen en ellas un retablo neoclásico de Ventura Rodríguez y oro renacentista de San José, como así también imágenes de Ferreiro.