Carlos Millán Gómez
Un tesoro inesperado
Cuando uno ve desde lejos el perfil de Cervera de la Cañada ni se imagina que dentro de esa iglesia tan austera, de un color que casi se confunde con el del paisaje, haya lo que hay. ¿Y qué hay? Pues un interior mudéjar maravillosamente conservado, en el que uno casi se siente dentro de la cueva de Alí Babá. Como en San Félix, en Torralba de Ribota, aquí se conserva la pintura que recubría los muros, pero lo que allí es enorme aquí es recogido, íntimo, súper especial. Y no sólo eso: tenemos incluso la firma del maestro que dirigió la obra, Mahoma Rami, el preferido del Papa Luna. En fin, un lugar tan único que la UNESCO no tuvo más remedio que declararlo Patrimonio de la Humanidad.
Leer más