Una iglesia cuya fachada no transmite...
Una iglesia cuya fachada no transmite lo que realmente oculta. Es bastante más grande de lo que parece, aunque sea pequeñita.
En encalado de sus pareces, al exterior oculta el ladrillo visto real con el que fue construida, y en el interior oculta la transición de religiones en la historia de Frigiliana.
Lo que más llamó mi atención es una vitrina que hay bajo el altar de la cruz izuierda, el que rinde culto a Jesús el Nazareno. Esa vitrina contiene 12 máscaras centenarias, que representan la cara de los 12 apóstoles que acompañaban a Jesús la noche de Jueves Santo.
Dichas máscaras, en su día, fueron adquiridas por familias pudientes que, durante la ocupación musulmana, tuvieron que ocultarlas para que éstas no fueran destruidas. Poco a poco, con gran esfuerzo, la iglesia de Frigiliana ha ido recuperando las máscaras, que están expuestas en esta vitrina.